poema del ruido en el río
cuando me tocaste por atrás y parecía que tu mano era un árbol
y crecía hacia abajo
cuando las ramas de ese árbol se enterraron en vos
cuando puse mi boca en tu mejilla y quité el dolor clavado en tu piel
cuando el dolor clavado en mi piel fue pez en tu boca
y me inventé un río para ese pez y me llevé a todos los niños que tuvieran sed
a ese no río que acabaría sólo con mi sed
cuando con los niños me di cuenta de que no había río salvo en tu mente
y vos hiciste ruido para el río
para que el pez en mi boca y yo entráramos en él
y entonces me llevé el río afuera de tu mente
debido al ruido que había adentro de tu mente
y nos bañamos contigo en él
cuando saliste del río que pusiste afuera de mi mente
pero dejaste mi pez en él
cuando volví por tu pez al río y no los encontré ni a vos ni a él
cuando después de salir del río que pusiste afuera de mi mente
volviste a ponerlo adentro de mi mente
y se hicieron dos ríos y mi pez mordió a tu pez
cuando fueron dos ríos y vi desde el primer río llegar a tu pez
con la boca mía adentro de él
cuando la mente hizo un ruido antes y un ruido después
y de pronto la separó un puente
cuando a la mañana todo se volvió del color de un mismo y único pez
cuando fuimos el mismo y único pez en el caudal de un río
que se extendió desde mis piernas a tus piernas
ya que el segundo río quiso ser el primero y entonces lo llevamos hacia él
vos le sostuviste la mirada al río y yo pasé por él
cuando el río quiso ser el ruido en el río
cuando te pusiste a escribir el poema sobre el río que quiso ser ruido en el río
y no conseguiste un solo ruido para él
cuando lo conseguiste
cuando vos dijiste que había que hacer más ruido
para escribir el poema del río
y entonces hicimos variados y líquidos ruidos en él
cuando quisimos apretar el río para hacer más ruido
pero en vez de eso nos abrazamos y pensamos en mejorarlo después
cuando nos abrazamos y nos mejoramos antes de mejorar el ruido
cuando me dijiste chau y entonces ya no río antes ni después
cuando supe por Agamben que nunca se acabaría el ruido
porque correría más allá del río y lo daría vuelta
una y otra vez
cuando el deseo encabalgado de ese infinito y sinuoso río
fue presa del deseo encabalgado de nuestros líquidos variados ruidos
cuando encabalgamos hasta el ruido
mismo en protesta contra nuestros
caballos con miedo al río
y corrimos
hacia él sin
saber qué hacer para
que el búfalo que venía de
frente no reventara contra nuestros pies
cuando caímos todos y nos felicitamos
en el río una y
otra
vez
sólo para encabalgar un poco más
el ruido
*Tomado de árbol y otras ansiedades, Isla Negra editores 2021
Silvia Goldman es poeta, docente e investigadora. Publicó los libros Cinco movimientos del llanto (Hermes Criollo), De los peces la sed, (Pandora Lobo Estepario), miedo (Axiara ediciones) y árbol y otras ansiedades (Isla Negra). En 2020 obtuvo un accésit en el Premio de Poesía FILLT 2020, asimismo, fue finalista del VI y VII Premio Internacional de poesía “Pilar Fernández Labrador”, y del Premio Internacional de Poesía “Paralelo Cero 2020”. Es doctora en Estudios Hispánicos por la Universidad de Brown y enseña en la Universidad de DePaul en Chicago. Es miembro de la plataforma cultural Contratiempo. Conduce el podcast “Adentro de la voz hay un poema”. Sus poemas han sido traducidos al inglés, italiano, portugués, árabe, bengalí y hebreo.

