[suomi]
León Plascencia Ñol
Gansos blancos torturados
se ha ido todo; estoy escuchando el golpeteo
de las gotas frente al cristal; un grupo de turistas
al final de la tarde; una sola vez el mundo
está completo; algo tan simple como descender
en medio del lenguaje; somos bonzos
incendiados; los cerrojos del templo parecen
ojivas luminosas; en el aparador de la esquina
vi un hokusai; gansos blancos torturados
en la fotografía; el lenguaje es una bolsa
perforada de papel.
Felicidad
Debería llamarlo felicidad, pero quizá sea otra cosa
lo que entra al mundo con ligereza. Es lo que
se me ocurre por ahora, pero intento, de alguna
manera, encontrar la palabra precisa, aunque es
comprensible decir que Cézanne había dispuesto,
en su estudio, una mesa con fruta para entender los
procesos de la luz. La luz, es, ante todo, materia del aquí.
Eso debe ser la felicidad, o, por ejemplo, caminar por una calle
de Shibuya, ver un cuadro de Rothko o Cy Twombly,
sentarse en una banca en plaza Río de Janeiro mientras
se escucha el rumor del Papaloapan o el estrépito de
unas olas del Pacífico. Lo que se escribe es siempre otra
cosa. Y lo que se describe es de nuevo otra cosa
(Inger Christensen). Pero si se empieza de nuevo,
es comprensible saber que no soy yo quien habla,
aunque haya validez en lo que digo. La materia que
compartimos tú y yo brilla como la cabeza de un alfiler.
Quise escribir un poema político. No hay sustancia.
Todo es una representación. No importa. Perfecto:
aquí hace frío. Es lo más que puedo decir, o hacer.